En el siglo XIX, la unidad que había seguido el arte durante
mucho tiempo se rompió radicalmente. Debido a ello, por primera vez aparecen,
al mismo tiempo, corrientes distintas, por ejemplo, junto a la pintura realista
de Courbet, o al paisajismo practicado por Jean-Baptiste Camille Corot,
creativos como Moreau o el suizo Arnold Böcklin, cultivaban un estilo a medio
camino entre el clasicismo y el romanticismo, a través de temáticas que nos
conducen a espacios oníricos y llenos de símbolos.
Arte y literatura
Böcklin practicó un arte muy literario y en muchas ocasiones
inspirado en la mitología clásica. "La ninfa de la fuente" es producto
de una etapa relativamente temprana en la producción de este artista. En ella
se combina la predilección del autor por temas mitológicos aunque con un
tratamiento muy sobrio, comparado con obras similares y posteriores. De
hecho, "La ninfa de la fuente" combina detalles neoclásicos y otros de
estilo realista. Los primeros se hacen patentes en la representación de la
figura; en tanto los segundos se refieren más al paisaje, el cual, aunque
imaginario, está basado en uno real contemplado por Böcklin en un viaje a Roma
y además, en las técnicas de la pintura realista.
El vuelo del arte
Böcklin abordó con mucho interés el mundo mitológico de las
ninfas y sátiros, náyades y tritones, y lo hizo de una manera tan rica y
vibrante, que en muchas ocasiones llegó a rozar el absurdo. Posteriormente
Böcklin, sin salirse del todo de estos temas, manejó una visión más sombría y
mística. Por estos trabajos, el pintor suizo fue considerado como el simbolista
más importante fuera de Francia y una fuente de respeto e inspiración para el
movimiento surrealista. Un detalle importante para comprender el sentido
de "La ninfa de la fuente" es el hecho de que, durante mucho tiempo,
este creativo suizo, trabajó en proyectos de máquinas voladoras.
Soledad y anhelo
Llama la atención en "La ninfa de la fuente", la
melancolía que se percibe en la representación ofrecida por Böcklin. Parecería
que la ninfa del título, se consumiera de soledad en la fronda silenciosa.
Las ninfas aluden a la virginidad y por ende, a la abundancia de
posibilidades aún no realizadas. Al ser esta una obra temprana de Böcklin, y
considerando el anhelo del autor por ir siempre más allá- reflejado en su obsesión
por el vuelo físico-, la triste ninfa de la fuente podría expresar este deseo
no colmado aún, por una experiencia más intensa de vida y de sueños. De acuerdo
al talante sombrío que Böcklin expondrá posteriormente en sus composiciones, la
melancolía de la ninfa quizás presagia- en un destello de autoconciencia- la
fugacidad de su manifestación, y aún con ello, su voluntad de ofrendarse en un
instante supremo de contemplación estética, único e irrepetible.
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