sábado, 24 de mayo de 2014

La novela como revelación del ser

La narrativa de los últimos tiempos tiene algunas particularidades que la distinguen de la desarrollada en el pasado.  Pero lo que la define esencialmente, es un afán experimentador por confrontar al ser humano con sus circunstancias existenciales. Ahondemos en ello, a continuación.


La novela actual no busca ser ya una descripción objetiva de la realidad, sino más bien lo que trata es de manifestar una experiencia de vida, es decir, una perspectiva “interior” del mundo. La novela tradicional es comúnmente anecdótica, con un desarrollo lineal y una arquitectura de tiempos convencional. Sus protagonistas son generalmente personajes inmersos en graves dilemas y simbolizan una visión integral del mundo. La voz narrativa es aquí omnisciente, poseedora de todos los datos de la trama y, además, digna de juzgar a los entes literarios que la transitan.

Características de la novela contemporánea

La novela contemporánea es diferente. En cierto sentido es más profunda con respecto a la perspectiva realista-naturalista e inmediata, ya que nos ofrece un ámbito mediatizado y por lo tanto más rico, más interesante. Se expresa mediante una serie de abstracciones de la realidad, dentro de las cuales los personajes se encuentran en una perpetua confrontación crítica en contra de las circunstancias particulares de ser. Además, esta tensión existencial, se ve manifestada frecuentemente por medio de una construcción temática que empalma diferentes dimensiones de realidad y diversos planes de temporalidad. Así, demanda para el lector una actitud lúdica, inteligente y abierta, pues normalmente se le sitúa en medio de intensas y complejas historias, sin haberle proporcionado antecedente alguno, ni descripción de ningún tipo, o algún escenario que le pueda orientar en el recorrido muchas veces tortuoso de estas novelas.

La novela como una fuente de conocimiento

El lector de novelas se busca a sí mismo en los volúmenes que lee, puesto que en tales libros halla revelaciones y umbrales a dimensiones inéditas de la realidad. En este sentido, la novela contemporánea se ha orientado significativamente a este cometido, de ser una fuente de revelaciones de la realidad y develaciones del mundo. Esto es lo que produce un maestro como Philip K. Dick, cuando nos hace sentir como replicantes-androides- en mundos de simulacro; o Juan Rulfo, cuando descubre los ecos que habitan en la soledad de ciertos ámbitos rurales, interiorizados hasta el delirio. Y por último, cabría remarcar cómo la novela contemporánea tiene la capacidad de influir en la ideología particular del lector: una historia entrañable, profunda, propicia la toma de posición de un individuo de cara a los discursos que determinan su realidad social y particular.

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