En realidad todos los fenómenos naturales son asombrosos y depende el enfoque en que se les contemple para percibirlo. Habitamos una dimensión de prodigios, y una condición de sabiduría es aprender a captarlos. Por ejemplo, por medio de modernas tecnologías, es factible observar cómo se manifiesta un poco de aceite en una lámina de acero en vibración. La secuencia es un slow-motion a 1,000 cuadros por segundo. El efecto es alucinante y digno de contemplarse con suma atención.
Enlaces relacionados con este tema:
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario