El pulque mexicano, bebida alcohólica derivada de la planta del maguey, tenía, en el panteón mesoamericano, su propia referencia: la diosa Mayáhuel.
Pulque significa en el idioma náhuatl, “vino de la tierra”. Se trata de una bebida embriagante derivada del maguey. Tenía una singular relevancia en los rituales de la cultura azteca. Solo la podían tomar los ancianos, ya que, el pueblo en general, únicamente la podía consumir en fechas especiales.
Mayáhuel, una diosa, y los Centzontotochtin “cuatrocientos conejos”, eran los patronos divinos del pulque. Estos númenes tenían templos y sacerdotes dedicados expresamente a su veneración.
Travesura de los dioses
A Mayáhuel se le representaba, habitualmente, brotando de una planta de maguey, o apareciendo junto a ella. Su imagen es similar a la del dios Tlazoltéotl, con una nariguera amarilla con forma de luna. De acuerdo a los mitos nahuas, esta diosa habitaba en el cielo junto con otras tzitzimime, criaturas sobrenaturales conformadas de puros huesos, sin carne alguna, y que llevaban adornos elaborados de corazones humanos en el cuello y en la cabeza.
En cierta ocasión, el dios Quetzalcóatl subió hasta el cielo, y mientras las demás tzitzimime dormían, él numen convenció a la diosa de que escapara con él, a la Tierra. Cuando la abuela de Mayáhuel despertó y se percató de la fuga de la diosa, fue en su búsqueda, llena de furia.
Metamorfosis singular
Para huir de la abuela tzitzimime, Quetzalcóatl y Mayáhuel se transformaron en un árbol que tenía solo dos ramas, una de ellas llamada quetzalhuexoch “sauce quetzal” y la otra xochicuauhitl “árbol flor”. Esta última era la que correspondía a la diosa Mayáhuel. No obstante, a pesar de este ocultamiento, las tzitzimime reconocieron a Mayáhuel en la xochicuauhitl y la despedazaron y devoraron. Posteriormente, Quetzalcóatl recuperó los huesos de la diosa y los enterró. Justo de ese lugar nació el maguey, planta divina de donde se extrae el pulque.
Regalo divino
De acuerdo a los especialistas, basándose en códices prehispánicos, Mayáhuel era representada por los antiguos mexicanos como una mujer joven con cien senos. Otras fuentes señalan que los dioses transformaron a Mayáhuel en maguey y que era la consorte del dios Patécatl. En el calendario azteca, cada que llegaba el mes de tepeihuitl, se llevaba a cabo el sacrificio de una esclava en honor a Mayáhuel.
Por su parte, Patécatl fue el primer dios que halló las raíces para la fermentación del pulque, y los que le ayudaron en la elaboración final del “vino de la tierra”, fueron los dioses, Tepoztécatl, Quetlapanqui, Tliloa y Papaztac.
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