Muchas de las divinidades de Mesoamérica se pueden identificar, en germen, en los dioses de los olmecas, cultura madre del México Antiguo. Olmecas, “los habitantes del país del hule”, de esta manera se conoce a la civilización que se desarrolló en el sur de Veracruz y en Tabasco -en México- en el periodo comprendido de 1200 a 600 a.C. Es importante señalar que también se han encontrado vestigios relevantes de los olmecas en parte de los estados de Guerrero y de Oaxaca, así como también en ciertas zonas del centro de México.
La cultura olmeca está considerada como la cultura madre, la más arcaica de las grandes civilizaciones de Mesoamérica. Los olmecas también fueron conocidos como los tenocelome, si bien su nombre original resulta desconocido hasta la fecha.
Santuarios milenarios
En uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos, en la parte sur de Veracruz, La Venta, fueron halladas pirámides cubiertas con lodo, montículos circulares y semicilíndricos, colosales cabezas y monolitos con altares tallados, numerosas esculturas, tumbas y estelas de piedra. Es muy probable que para entonces, el calendario ya se hubiera desarrollado, ya que en Tres Zapotes, otro núcleo olmeca, fue hallada una piedra a la que se denominó como “Estela C”, en donde se exhibe una de las fechas más antiguas de toda Mesoamérica: 31 a.C. Por otra parte, en Tuxtla, también en Veracruz, otra inscripción fue interpretada como 162 a.C.
El mundo de los hombres jaguar
Buena parte de los seres divinos de los olmecas, aparecen representados con rasgos felinos, cual si se tratara de animales humanizados y humanos con rasgos animalescos; ofidios jaguar o bien, dragones con rostro de jaguar. De esta manera, los dioses olmecas ostentaban particularidades humanas, reptiles, felinas, de aves, ofidias y humanas, y se han relacionado con el agua, la tierra, la fertilidad agrícola y el fuego. Algunas esculturas olmecas son impresionantes representaciones de fauces abiertas de animales dentro de las cuales aparecen esculpidas diversas escenas. Muchas de las figuras allí colocadas tienen cejas flamígeras y una misteriosa marca en forma de “V” en la frente.
Crisol de divinidad
Además, en las obras escultóricas de los olmecas se hace patente una especial relevancia con respecto a los niños. Estos enigmáticos personajes, que bien pueden ser enanos o infantes, abundan en las representaciones olmecas y es muy posible que se trate de una variedad arcaica de divinidades del agua. Por otro lado, por ese entonces ya se practicaba el juego de pelota y a la vez, se estaba gestando lo esencial del panteón de lasculturas mesoamericanas. Lo anterior se hace patente al constatar que muchas de las divinidades de otras culturas pueden ser identificadas en germen en las deidades olmecas, tal es el caso del dios del maíz, el dios del fuego, el señor del cielo y la serpiente emplumada.
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