Dos zorros jugueteaban en el jardín de una casa, cuando sus persecuciones los llevaron sobre un trampolín allí colocado. De pronto se percatan con sorpresa, de la curiosa superficie sobre la que se encuentran. Entonces uno de ellos comienza a divertirse a lo grande. Las actitudes que adoptan muchos animales, a veces resultan tan comprensibles- es decir, tan "humanas"-, que se hace obligatoria una toma de conciencia acerca del respeto y la protección que merecen. Este video es un asombroso ejemplo de ello.
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