Regiones a las que solo se tiene acceso de vez en vez, en noches de fantasías febriles o ciertos momentos de soledad reveladora. Instantes supremos que abren umbrales a espacios interiores llenos de secretos y deseos inconfesados. Eso es lo que se desprende de las fotografías de Alison Scarpulla, artista neoyorquina de la que poco se sabe en la Red, pero que mucho inspira con su alucinante creatividad.
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Impresionante trabajo. Me ha encantado!
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