Lo posible y lo imposible, lo real y la fantasía, la vida y la muerte pueden ser una evocados a través de esta imagen; cuando se pasa de mirar a observar se puede obtener una profunda apreciación, cada conclusión puede ser acertada de acuerdo a las realidades creadas. Observar es abrirse al mundo a través de lo visual, mientras que mirar implica concentrarse en algo, es una humanización de lo que captamos con los ojos. Las cosas se observan, a las personas se las mira de frente. Creamos el mundo cuando lo miramos, lo hacemos humano, mientras que observar lo que nos rodea es algo una ubicación refleja e instintiva. Mirar es reconocimiento de vida, observar es captar lo que es y lo que no es, por ejemplo, la muerte.