Ante un fenómeno del
mundo, quien lo presencia asume una postura: o se piensa como parte de ese
acontecimiento, o toma distancia de él. Pero en primer lugar, ¿cómo
conceptualizamos al mundo mismo? Acaso como una toma de distancia de todo
fenómeno posible (un espacio no manifestante en donde se hace patente todo lo
que se manifiesta, todo fenómeno), y en el segundo, ¿dónde nos ubica esa toma
de distancia? Al parecer en un ámbito enigmático, en donde se gesta todo el
deseo de saber.