Tras haber
relacionado la procedencia de la sabiduría con la del fenómeno de la
adivinación, se abordará el modo en el que el filósofo Giorgio Colli presenta a Heráclito como uno
de los sabios más relevantes de la
Grecia antigua. Y para llevarlo a cabo, de inicio, Colli refiere una antigua narración griega atribuida a Aristóteles,
acerca de la muerte de Homero, que
expone de buena manera el nexo vital entre sabiduría y enigma.[1]
Lo que más destaca el pensador italiano aquí es la diferencia entre la
banalidad del enigma y la consecuencia funesta de no haber podido ser resuelto.
Para los sabios, entonces, el enigma era un reto a muerte.
viernes, 2 de enero de 2015
El sabio y sus enigmas: el fuego de lo indecible
jueves, 1 de enero de 2015
La experiencia de la sabiduría en el mundo antiguo
El pensador italiano Giorgio Colli, considera que, la
experiencia humana de la sabiduría, ha de transitar con todas sus consecuencias,
la ruta del discurso, del “logos”. Y para esto ahonda en el testimonio de otro
gran sabio griego como Heráclito, en este caso Empédocles, comentando un
fragmento[1]
de su poema, en donde se alude a Apolo como una interioridad mística y
escondida, un “corazón sagrado e inefable”, lo que se relaciona con la lejanía
metafísica de la deidad con respecto a la realidad de los hombres[2],
pero que a la vez, es una acción sometedora y devastadora en la dimensión
humana.[3]
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