Tradición y contenido social son dos de las características definitorias del arte mexicano desde los últimos dos siglos. Además, durante el siglo XX, los creadores nacionales han expuesto un talante humanista multitudinario y anti-aristocrático.
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Mural de David Alfaro Siqueiros (detalle) |
En este mismo periodo, los pintores mexicanos han denotado influencias de las corrientes europeas, tal fue el caso de Gerardo Murillo, mejor conocido como el Dr. Atl, y considerado por muchos como el abuelo de la plástica mexicana de nuestro tiempo. Murillo estuvo en Roma y París en repetidas ocasiones. Diego Rivera, por su parte, experimentó en el periodo de 1907 a 1921, el ambiente de artistas como Renoir, Gauguin, Seurat y Cézanne. David Alfaro Siqueiros, en 1921, publicó un manifiesto para conminar a los muchos artistas mexicanos que en ese tiempo residían en el viejo continente, a retornar a su patria. Esta decisión la compartieron y llevaron a cabo, entre otros, Orozco Romero, Amado de la Cueva, Adolfo Best, Manuel Rodríguez Lozano, y posteriormente, Rufino Tamayo.
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Diego Rivera |
Una muestra de esta preocupación social a través de la fe artística y la tradición, propia de los artistas mexicanos de la primera parte del siglo XX, se hizo manifiesta en el muralismo. Los primeros murales de esta corriente aparecieron en 1922 y contenían escenas de la Revolución Mexicana y representaciones de las ideas socialistas. El cenit del muralismo mexicano se dio entre 1929 y 1934, cuando se abrieron las puertas del extranjero a los artistas aztecas. Por ejemplo, Orozco pintó en Pomona College, Rivera en San Francisco y Siqueiros en Los Angeles.
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José Clemente Orozco |
Los tres gigantes del realismo social mexicano fueron, precisamente estos artistas: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Diego, por medio de escenas multitudinarias, plenas, llenas de colorido, le dio vida a los planteamientos más profundos y críticos del marxismo; Orozco, por su parte, trabajó figuras aisladas, el patetismo, y lo trágico del destino. Siqueiros, finalmente, investigó la expresividad de la fuerza, la grandiosidad de lo humano y las ideas que perfilan su ser, ponderando, el dinamismo de la perspectiva.
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David Alfaro Siqueiros |
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José Clemente Orozco |
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José Clemente Orozco |
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David Alfaro Siqueiros |
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