Los creativos del grupo BLU siempre se han destacado por proyectar al arte urbano, y en especial el graffiti, a un gran nivel de profundidad y sentido crítico. En la siguiente obra, nos presentan una inteligente propuesta: una perspectiva sui generis de la evolución del hombre. Se trata de un graffiti monumental dibujado debajo de un puente. Y si bien se puede objetar una falta de veracidad científica en la trayectoria evolutiva aquí plasmada, precisamente allí puede hallarse el quid de la obra: la evolución del hombre como tal, siempre puede ser cuestionable, pensada como evolución, es decir, como una dialéctica universal de mejora ininterrumpida, orientada hacia un estado de perfección bastante improbable. BLU ha creado posibles caminos de evolución libre del ser humano que, irónicamente, confluyen en un funesto punto muerto.
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