La naturaleza tiene ciertos ritmos que no pueden captarse a simple vista. La tecnología nos ayuda a presenciar fenómenos de la realidad física de una manera inédita y sorprendente. Pero más allá de lo sugestivo que resulta contemplar las cosas desde perspectivas poco comunes, el hecho de que la materia pueda asumir formas de ser completamente diferentes, de una manera prácticamente ilimitada, también nos expresa lo mucho que hay en lo humano aún por descubrir, al estar conformados, todos, por la misma materia del agua, las estrellas y el cosmos entero. Eso es lo que evoca la belleza de un simple gota de agua, en sus secreta dinámica, captada en esta breve secuencia slow-motion.
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