Una de las mejores canciones del inolvidable disco The Black Album (1991), del grupo de rock Metallica, es la que lleva por título “Enter Sandman”. Esta composición formidable, fue escrita por Kirk Hammett, James Hetfield y Lars Ulrich, en una producción del exitoso Bob Rock. En lo que sigue, llevaremos a cabo una reflexión acerca de la letra de Enter Sandman y sus secretos sentidos.
Enter Sandman.- Metallica
“Hombre de los Sueños
Di tus oraciones, pequeño
no olvides, hijo mio
incluírlos a todos”
Cada vez que dormimos es como si el mundo entrara en un paréntesis. ¿A dónde se van las cosas cuando nadie las percibe? Cada oración antes del reposo, en el fondo, no es más que el deseo disimulado de seguir siendo los mismos, cuando la luz vuelva a encender el feroz y latiente corazón de la realidad.
“te arroparé, te mantendré tibio
te mantendré libre de pecado
mientras llega el hombre de los sueños”
Pavorosa personificación del Morfeo griego; inmortalizado por el literato E.T.A Hoffman; introducido en nuestra psique contemporánea, por el extraordinario artista Neil Gaiman, el siniestro hombre de la arena, “The Sandman”, encarna esa parte de la conciencia que arbitra nuestros deseos más inconfesables, aún en lo más denso de nuestras exploraciones oníricas. Pero ese conocimiento tan profundo acerca de nuestras debilidades y anhelos, lo tornan aterrador y más cuando su voz, asume sonoridades especulares, en las tinieblas del alma.
“duerme con un ojo abierto
abrazando bien tu almohada
Vete, luz
entra, noche
toma mi mano
hacia la tierra de nunca jamás”
Cada ocasión que un pequeño se va a dormir, suceden extraños rituales: un portal de alteridades se avecina, la almohada se perfila como un trasunto de Virgilio dantesco, un improvisado fetiche salvavidas, un ancla que nos posibilita retornar hacia la luz, en cuanto la noche nos penetra en las venas. Porque lo más significativo que Hetfield, el líder de Metallica, nos hace patente en esta parte de su canción, es que cuando penetramos en “la tierra del nunca jamás”, en la otredad liberada de lo real, siempre lo hacemos con un ojo abierto: el mundo es un sitio terrible y fascinante, como el Jardín de las Delicias del Bosco, y el Hombre de la arena es nuestra propia persona, lúcida, consciente, reconociéndolo abiertamente: Philip K Dick, David Lynch y otros visionarios tenían razón: este es un mundo realmente extraño.
El tema musical que encabeza al legendario Black Album (1991) del grupo norteamericano Metallica, es una exploración de los temores más habituales de la infancia. Pero vale la pena ponderar como el sentido de esta creación del gran Lars Ulrich y sus compañeros, nos da a entender que el mundo de la adultez no es más que una trasposición de toda esta energía vital del niño, al entorno de la vida cotidiana en la madurez. De tal modo que, la luz, no es más que el disimulo cotidiano de unas tinieblas que nos donan la vida.
Fragmentos del tema “Enter Sandman”, del grupo Metallica
“algo está mal, apaga la luz
pensamientos pesados esta noche
y no serán de Blanca Nieves
sueños de guerra, sueños de mentiras
sueños del fuego del dragón
y de cosas que muerden”
Los cuentos de hadas que Metallica evoca, en cada una de sus imágenes de fantasía y ensoñación, no son más que sublimaciones de cristal y acero. Es una manera de preparar a las jóvenes conciencias: el canto de The Sandman es como un himno iniciático hacia la edad adulta, simbolizada por sueños de guerra y de mentiras, sublimaciones de “cosas que muerden”, en la oscuridad permanente de la interioridad humana, y que no dejan de hacerlo, hasta el final de la existencia.
“duerme con un ojo abierto
abrazando bien tu almohada
vete, luz
entra, noche
toma mi mano
hacia la tierra de nunca jamás “
La tierra del nunca jamás es aquella donde nunca somos completos (un solo ojo abierto). Pero esto tal vez implica que nunca somos totalmente: no conocemos nuestra verdadera condición de ser, si no es solo parcialmente, durante la vida onírica y la diurna. The Sandman es ese ideal de criatura, que se torna creador de sí, porque es capaz de religarse, reunir las piezas de su propio puzzle, su propio ser: luz y oscuridad en un corazón voraz, con ansias de serlo Todo.
“ya, pequeño, no digas una palabra
y no te preocupes por el ruido que escuchaste
es sólo la bestia bajo tu cama
en tu clóset, en tu cabeza”
Esa bestia que sólo surge, al inicio y al final de los días, que solo se asoma por un instante que se confunde con una vida entera, pero que en realidad no es más que un sueño dentro de un sueño. El sonido y la furia engañosos de una bestia monologante, que al cabo de su propio tedio, retorna a la compañía de The Sandman, en hombre que nunca fue porque solo sueño es.
“entra, noche
grano de arena
vete, luz
entra, noche”
Al final Metallica lo expresa Todo: un grano de arena que se acerca es un universo entero que se aleja, traspasamos un umbral, la luz siempre fue la verdadera oscuridad, la que no dejaba ver. Entra Sandman, por fin despertar.
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