Astrónomos de los Estados Unidos han hallado por vez primera en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, un mundo de dimensiones similares a la Tierra en donde podría haber vida. Según los científicos involucrados en la investigación, se trata de un exoplaneta del tamaño de nuestro mundo, denominado como Kepler-186f, el cual se ubica en la zona habitable de su propio sistema solar. Lo anterior quiere decir que Kepler-186f, la nueva Tierra, se localiza a una distancia respecto a su estrella, que le dota de una temperatura moderada indispensable para la presencia de agua en forma líquida. Esta última, como es bien sabido, es un elemento esencial para la aparición de la vida, por lo menos, tal y como la conocemos.
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