Por Martha Lucía Gallego López y Jesús Ademir Morales Rojas
Una imagen nos motiva a mirar y a describir con
palabras lo captado, pero a la vez ese discurso define una manera de darse de
la conciencia. Un antiguo libro que hace surgir una roja flor. Es una imagen
que nos hace pensar y expresar tanto. Tal vez estemos ante un libro muerto, uno
muy antiguo. Parecería que tiene muchos años encima, pero se trata de una
temporalidad cargada de vida, puesto que como si fueran arrugas las palabras,
cada una expresa una experiencia vital, algo único, irrepetible y sobre todo
abierto a la humana comprensión.