Gabriel Marcel, escritor y filósofo francés, parte de una distinción precisa, para ingresar en los ámbitos profundos de su reflexión. De acuerdo a este autor, hay una diferencia capital entre problema y misterio. El primero es una interrogante que se presenta delante de un sujeto, desde una perspectiva meramente fáctica, y por lo consiguiente, cuenta con la posibilidad de ser resuelta sin que el sujeto tenga que ver en ello. Los humanos, ante ciertos acontecimientos, no son más que impotentes contempladores y solo pueden atestiguar el modo en el que los eventos se ven alterados por influencias ajenas. Incluso, es posible que el verdadero cometido de la vida sea solamente prestar atención del fenecimiento del mundo y no hacer lo posible por demorar el indefectible paso de la muerte.